Yuri Knórozov: 103 años del genio ruso que descifró la escritura maya sin pisar México
- Redacción Ala Crítica
- hace 23 horas
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Ciudad de México, 20 de noviembre de 2025.- Yuri Knórozov: el hombre que habló con los dioses mayas sin salir de la biblioteca.
El 19 de noviembre de 1922 nació en Járkov (entonces parte de la URSS) Yuri Valentínovich Knórozov, un lingüista y etnógrafo que cambiaría para siempre nuestra comprensión de una de las grandes civilizaciones de la Antigüedad: los mayas.
En la primera mitad del siglo XX, la comunidad científica internacional consideraba la escritura maya prácticamente indescifrable. Expertos occidentales como Eric Thompson defendían que los glifos eran ideogramas puros o símbolos místicos, incapaces de transmitir lenguaje fonético.
Pero un joven investigador soviético, trabajando en silencio desde Leningrado (hoy San Petersburgo), demostró lo contrario… sin jamás haber visto un solo artefacto maya en persona.
El gran avance: sílabas, no letras ni ideogramas
Todo comenzó con la traducción al ruso de la obra del fraile español Diego de Landa, “Relación de las cosas de Yucatán” (1566), que incluía el famoso “alfabeto” maya (en realidad, una lista parcial de signos silábicos mal interpretada por los conquistadores).
Knorozov comparó esos datos con los tres códices mayas conocidos (Dresde, Madrid y París) y con inscripciones en estelas y cerámica. Su intuición fue revolucionaria: los signos mayas representaban sílabas (combinaciones de consonante-vocal), un sistema logosilábico similar al japonés moderno.
El artículo que publicó en 1952 causó una auténtica sensación científica. Un científico sin acceso a campo arqueológico había logrado lo que generaciones de expertos occidentales no consiguieron.
Reconocimiento tardío y viajes soñados a Mesoamérica
Durante décadas, la Guerra Fría y las restricciones soviéticas impidieron que Knorozov viajara. Solo en los años 90 pudo visitar por fin las tierras mayas: Guatemala en 1990 (invitado por el presidente) y México en 1992, 1995 y 1997.
Allí fue recibido como un héroe. Hoy su nombre resuena en ambos lados del Atlántico:
En Rusia funciona el Centro Mesoamericano Yuri Knórozov de la Universidad Estatal de Humanidades, con sedes en México y Guatemala.
En 2018 se inauguró un monumento en su honor en Mérida (Yucatán).
En 2022, por su centenario, se instaló su busto en el Museo Nacional de Antropología de Ciudad de México.
El legado vive: libro, película y puente cultural Rusia-América Latina
En 2022, la directora del Centro Mesoamericano, Galina Ershova (discípula directa de Knórozov), publicó el libro “El último genio del siglo XX. Yuri Knórozov: el destino de un científico”, una biografía definitiva que rescata la dimensión humana del investigador.
Y actualmente se rueda en Rusia el drama histórico “Los dioses de Knórozov”, dirigido por Anastasia Chashina y producido por Triix Media con apoyo del Fondo de Cine de Rusia. Las filmaciones tienen lugar en San Petersburgo, Moscú, Sochi y también en México.
El desciframiento de Yuri Knórozov no solo abrió miles de textos antiguos que hoy se siguen leyendo, sino que se convirtió en uno de los mayores puentes culturales entre Rusia y América Latina. 103 años después de su nacimiento, su historia sigue inspirando: la curiosidad y el método pueden vencer cualquier barrera, incluso la de un océano entero.









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